Cuevas Pedro Antonio de Alarcón - Guadix, Granada

Antonio F. R.

Fin de semana único¡¡¡
La estancia en la cueva con hidromasaje ha sido espléndida. Confortable, inmensamente detallista y la cama muy cómoda. No se pasa frío alguno y el aislamiento es total.
El restaurante ha sido magnífico, comida buena, en su justa medida, muy rico tanto la carne como el pescado y el personal muy atento.
El lugar muy acertado para desconectar de la rutina y recuperar energía!!! y visitar Guadix todo un acierto.
Es una escapada de fin de semana con mucho encanto. Lo recomendamos totalmente.

JuanMery J.

Hemos estado una noche con media pensión .
Me ha encantado el lugar,la ubicación,la cueva suite con jacuzzi. Pero para mi es muy importante la cama y con el precio que tiene la estancia yo cambiaría el colchón ya que es de muelles y es fue muy incómodo poder dormir .
Por lo demás me gusto mucho la comida también y fueron muy amables en todo el tiempo .

Nacho P.

Al llegar a la oficina de recepción encontramos un cartel donde pone que para el checking hay que ir al restaurante. Vamos al restaurante donde hay una chica tras la barra, mirando un móvil (ni responde a nuestro saludo). Después de un buen rato esperando y sintiéndonos ignorados, nos atiende; pero no podemos inscribirnos porque no funciona el programa. Nos da la llave y el checking lo haremos más tarde.
La cueva está bastante sucia, el lavabo atrancado, hay luces que no encienden, interruptores rotos y sin la protección (algo bastante peligroso cuando vas con niños), la puerta del baño no encaja y hay que empujar con fuerza para abrir… La verdad es que se ve todo muy descuidado. Otro detalle, cuando comprobamos que no hay cafetera y fuimos a que nos proporcionaran una, nos dicen que no hay cafetera en ninguna cueva porque con el tiempo se oxidan.

A pesar de todo, el entorno y toda la comarca tienen lugares muy bonitos para pasar unos días muy agradables.

Diego R.

La experiencia en Cueva Pedro Antonio de Alarcón ha sido inolvidable. Este alojamiento encapsula a la perfección el encanto de la comarca de Guadix, permitiéndote dormir en una auténtica cueva, lo que aporta una mezcla única de tradición, comodidad y frescura.

Además de la originalidad del lugar, la comida es otro de sus puntos fuertes: platos caseros, elaborados con ingredientes de calidad y llenos de sabor, que reflejan la riqueza gastronómica de la zona.
Pero lo que realmente marca la diferencia es el trato del personal. Desde el primer momento, te hacen sentir como en casa, siempre atentos y dispuestos a ayudar con una sonrisa. Su cercanía y hospitalidad son, sin duda, el alma de este maravilloso lugar.

Maria M. M.

Últimamente soy asidua de este restaurante. Ya que la cocina excelente tanto en tapas como en menús de muy buena calidad. Un trato excelente. Merece a pena visitarlo

Rubén M. M.

Un lugar fantástico, con un entorno maravilloso. Comida casera, bien elaborada y exquisita. Y la atención fue magnífica. Sin duda, para repetir.

Manuel J. V.

Horrible experiencia pero primeramente por el personal, te tratan como si te están perdonando la vida, la chica y el chico de la barra del restaurante un poema, te hacen esperar innecesariamente. Después ya la cueva por dentro, entiendo que las de la prehistoria están mejor que estas. Una horrorosa experiencia. Arrepentido de venir a celebrar un cumpleaños familiar.
Se entiende que los colchones sean antiguos pero esto no está al nivel de lo que venden. Deberían cambiar tantas cosas….

Francisca M. C.

Menuda vergüenza de restaurante!! He ido hoy con mi familia a tomar unas tapillas y estaba prácticamente vacío, tenía sólo 3 mesas y 1 o 2 personas en la barra. Me dice la camarera con cara de asco que no nos pueden atender porque viene un grupo y lo de las tapas va a estar muy difícil. Le digo (mirando al salón vacío) qué dónde está el grupo y me dice que van a llegar y que van a estar muy liados para ponernos una cerveza a 5 personas y ya está!!! Vamos que le ha faltado decirme que no os atendemos porque con gente comiendo en el salón ya nos agobiamos!!! Evidentemente nos hemos ido y desde luego que no pienso volver, será por bares con gente profesional que agradece que entren clientes Y lo peor es que las 3 mesas que estaban ocupadas estaban tomando unas cervezas también k por cierto tenían de tapa una triste y quemada croqueta. Jamás me ha pasado algo así!! Ahora entiendo cómo un sábado a mediodía estaba prácticamente vacío. Malas tapas y pésima atención al cliente.